martes, 6 de noviembre de 2007

¿Santificada sea su luma?

Revuelo, sensacionalismo y acaparamiento extremo de los medios de comunicación, son algunos conceptos que acompañaron estrechamente la lamentable noticia del fallecimiento del carabinero Luis Moyano, tras un tiroteo en el Banco Security en pleno centro de Santiago.

Después de lo ocurrido el 11 de septiembre, el estrujamiento de la noticia, ya no parece raro. Lo extraño para mí es ver cómo la figura de un carabinero es prácticamente santificada, y se alzan las voces defendiendo la labor policial como si fuera un sacramento religioso, diciendo que no se puede les puede tocar, y el que violente contra su integridad física está atentando contra la ley y el estado chileno. Palabras que en cierta medida pueden estar en lo correcto, pero también tienen consigo una gran curiosidad ¿No tienen en cuenta los funcionarios de carabineros que siendo activos de las fuerzas del orden y seguridad están mucho más propensos a daños físicos? ¿Por qué un carabinero no puede morir en un asalto? ¿Estarán plenamente concientes de su labor y del sacrificio que deben hacer para defender al débil?

Es parte de la pega, diría cualquier obrero de la construcción, son los gajes del oficio, es el riesgo que tiene una persona al ingresar a una institución que defiende con violencia la misma violencia. Haciendo referencia a los (supuestos) lautaristas que están siendo vinculados al atraco del Banco Security, podemos afirmar que ellos tienen y tuvieron conciencia de lo que implica utilizar intimidación en todos sus atentados, saben que pueden ser aprehendidos, golpeados y hasta fallecer en su acto, al igual que los delincuentes, que tienen muy claro que pueden recibir un impacto de bala en cualquier momento. Si hasta el revolucionario armado sabe que en cualquier minuto puede perder la vida por sus ideales, e incluso nosotros como habitantes estamos expuestos al serio problema de delincuencia, que de manera deplorable los medios carnavalizan con sus titulares exacerbados: “Patrimonio de la impunidad” “Drogas y muerte a plena luz del día” “Los Guarenes y los Phillips”, y no entienden que hay un trasfondo, que es un tema mucho más complejo y no se soluciona con tener más carabineros, guanacos y cámaras de seguridad.

No hay que quitarle la seriedad y lo lamentable que resulta la muerte del cabo Moyano, pero tampoco podemos dejar que nos metan el dedo en la boca, pues sabemos que en la institución de carabineros no se encuentran en abundancia blancas palomas, y ahora que el subsecretario del Interior Felipe Harboe pide cadena perpetua para los criminales, para que jamás se vuelva a tocar a un funcionario policial, debemos ser capaces de identificar una instrumentalización de los hechos, que la figura del carabinero no debe ser beatificada, y como todos quienes despliegan la violencia como forma de actuar, tienen pleno conocimiento de las posibles consecuencias de sus actos. Si no les queda tan claro lo del “sacrificio”, basta echar un vistazo al himno de la entidad.

Por Herman Villagrán Valero