domingo, 25 de mayo de 2008

Edición número 9!!!


La crisis de la Concertación no es noticia, su unión sí

La unión que aún mantiene el oficialismo con el correr del tiempo me sorprende cada día más, no así estos fugaces quiebres mediáticos como el acuerdo entre el PPD y el PRSD por ir separados a las municipales. Llama mi atención porque esta coalición denominada “Concertación por la Democracia” desde un comienzo tuvo innumerables puntos de desencuentro y uno solo (sin contar la sed de poder y dinero) de encuentro: bajar al dictador. De hecho este único punto de encuentro también es algo difuso, pues la Democracia Cristiana en su momento alabó el golpe y justificó varias de sus “medidas”.

Es bajo este panorama que el presidente del PPD, Pepe Auth, dijo que la Concertación se ha achanchado, olvidando eso sí que el es parte de esto, por tanto un achanchado más. Artículo aparte merece esta tupé que tienen muchos miembros del oficialismo, al criticar al conglomerado como si ellos no fueran parte del mismo corrupto grupo.

Y cómo va a estar verdaderamente afianzada esta coalición si sus partidos tienen tradiciones tan distintas como contrarias. Echando una rápida mirada a la declaración original de principios del Partido Socialista, cuyo actual líder apoya ciegamente hasta los peos que se tira Bachelet, podemos ver varias cosas: “Durante el proceso de transformación total del sistema (capitalista), es necesario la acción de un gobierno revolucionario representativo de los trabajadores manuales e intelectuales. El nuevo régimen socialista sólo puede nacer de la iniciativa y de la acción revolucionaria de las masas laboriosas”. Lo primero que se me viene a la mente (a la de todos supongo) es cuán distante está el norte que actualmente siguen los socialistas en el congreso. Lo segundo, que nos sirve para afirmar la tesis de la absurda unión de la Concertación, es que estos ideales no tienen nada, pero nada que ver con la ideología de la Democracia Cristiana, partido que nació de separaciones del antiguo Partido Conservador, y cuyos ideólogos, fervientes católicos, recién se pegaron el alcachofaso de que a los pobres hay que ayudarlos después de que el Papa Leon XIII escribió la encíclica Rerum Novarum.

Son muchas las diferencias ideológicas que atraviesan a esta “interesante” coalición que luego de perder su gran sentido de unión (Pinochet) ya no saben por donde sostenerse. Cuestiones de ideología política claramente no son temas que les genere debate debido al claro despojo de sus ideales, los temas valóricos a veces pareciera que sacan algo de chispas, pero no las necesarias entre algunos partidos claramente conservadores y otros que se supone son “liberales”. Sin embargo, como dijimos al principio, hay algo más que une a este grupo sin pies ni cabeza, la sed de poder y hambre de plata, vicios que hacen que un católico de esos que se pegan latigazos si hacen algo malo se junte y se de la mano con una persona de un partido que algún momento se definió marxista y que en un momento defendió a la Unidad Popular.

Claramente el hecho noticioso aquí es cómo este conglomerado sigue junto, no sus pequeñas riñas que, de forma mágica aparecen siempre cuando se aproximan algunas elecciones. Reafirmando que las discusiones hace rato dejaron de ser ideológicas.

Por José Morgado

domingo, 18 de mayo de 2008

¡¡Ya vamos en la número 8!!


El 21 de mayo por las bolas

Ahora que con la etapa final del campeonato del fútbol chileno están de moda las brujas, adivinas y pitonisas, aplicaremos la dinámica clarividente para analizar lo que sucederá este miércoles 21 de mayo en el discurso presidencial en el Congreso.

La bola de cristal anuncia una concurrida marcha por las calles aledañas, que luego de un extenuante y caluroso caminar será oportunamente refrescada por el contingente policial. También dentro de la extraordinaria esfera mágica se puede ver a la Presidenta llegando al Congreso con el descontento social de fondo, pero con un reducido grupo que aplaude, pero no sonríe, seguramente están pensando en cómo lo van a hacer con las alzas que no paran, y los nuevos presagios económicos que bajan las expectativas de crecimiento de un 4,6% a un 4,2% y suben las de inflación de un 3,8% a un 4,3%, pero yo no leo mentes, sólo veo el futuro, y en ese sentido digo que los precios no bajan y los sueldos no suben.

La pelota transparente se torna un poco confusa, una especie de niebla altera la correcta visión futurezca ¡No! Son simplemente los gases lacrimógenos de un hiperactivo zorrillo que se abre paso entre la concurrencia.

Gracias al fantástico poder premonitorio, he logrado introducirme al edificio, donde estará la Presi, junto a sus discípulos y enemigos, hará promesas y dirá que cumplió las del año pasado, vociferará la inyección de muchos más recursos para la salud, educación y el trabajo, pero en ninguna milésima de segundo cuestiona la compra y venta de estos derechos.

Después (se ve clarísimo en mi bolita) los medios saldrán a buscar las opiniones de la clase política (y aunque usted no lo crea) los militantes de Partido Socialista Neoliberal catalogarán como espléndida la arenga, los nebulosos Demócratas Cristianos gustarán de la charla, pero también creerán que faltaron algunos tópicos por mencionar, y los UDIcinos y RNs criticarán la falta de muchos temas y considerarán menores los recursos destinados al subsidio empresarial.

Si espera un ataque cardiaco en medio del discurso, o algún terremoto para sacar a toda la calaña de diputados y senadores del país, lamento informarle anticipadamente lo contrario, si quiere disfrutar plenamente el feriado del 21, relájese y no ponga atención en el acto, pero del clima ni me pregunten, mis facultades son exclusivamente políticas.

Si le parece que todos estos presagios son algo básicos y esperables, debo reconocerlo, no hace falta tener potestades divinas para saber que todo seguirá igual, pero lo que si hace falta es tomar conciencia y actuar para poder romperle todas las pelotas cristalinas uniformes que dicen lo mismo de siempre, y a pesar de estar con la Zulma, Yolanda Sultana, Alejandro Ayún y hasta Nostradamus en contra, debemos creer que el futuro si se puede cambiar.

Por Herman Villagrán Valero

domingo, 11 de mayo de 2008

El humo del volcán no impidió la edición Nº7


El volcán que salvó a la Concertación

Antes de la lamentable erupción del volcán Chaitén, el gobierno estaba en su peor momento: Bachelet venía de ser humillada en el hospital Curepto, la nueva LGE (Ley general de educación) fue ampliamente rechazada por los estudiantes, los mineros radicalizaban sus protestas, el sector de salud ejercía presión, las movilizaciones estudiantiles crecían a ritmo veloz y Sebastián Piñera subía en las encuestas. En definitiva, nada podía empeorar para la Concertación.

Sin embargo, cuando se pensaba que el gobierno ya no podía hundirse más y que los medios de comunicación obligadamente tendrían que empezar a mostrar las noticias que iban en desmedro del oficialismo, la naturaleza les tendió una mano haciendo que el volcán de Chaitén eructe (literalmente) sobre gran parte de la zona sur de nuestro país. El humo con sus tóxicas cenizas fue el mejor salvavidas que el gobierno pudo recibir: Bachelet actuó rápido y eficientemente, haciendo olvidar sus tardías intervenciones en otras catástrofes, Argentina mandó ayuda afianzando el escenario internacional, desde la misma derecha fue aplaudida la acción de la presidenta y, lo más importante, TODOS los noticieros y diarios ocuparon un 99% de sus espacios a cubrir esta noticia desde la mayor cantidad de aristas posibles. No fue extraño ver reportajes de todo, pero todo, lo relacionado con la crisis, y tampoco fue raro como esta gran nube tapó sutilmente los otros hechos noticiosos como los cuestionamientos a la educación de mercado que impera en Chile.

Si en el pasado era el Chupacabras quien ayudaba a tapar los verdaderos temas importantes, hoy ha sido el ya famoso volcán del extremo sur chileno. Obviamente el morbo con el que fue tratada la noticia merece también un artículo a parte, pues abusaron de hasta la última lágrima de los chaiteninos, aplicando sensacionalistas zoom a sus caras luego de preguntar emotivamente cosas de respuestas obvias: “¿Es cierto que le da pena perder su casa, su ciudad natal y en definitiva ver como todos sufren?, ¿le da pena cierto? ¿cierto que sufre?

Hace tiempo que no se veían tan unidos a los medios (casi todos de derecha) y al gobierno (¿de izquierda?), mostrando que para tapar los problemas de la sociedad y defender a los poderes empresariales, entre estos dos poderes hay una férrea unión y que en los temas de fondo tanto derecha como “izquierda” de la Concertación están en la misma sintonía.

En definitiva, mientras el volcán humee como loco, la Concertación puede estar tranquila de que los canales de televisión y diarios no ocuparán parte de su selecto espacio noticioso para hablar de por qué los estudiantes están radicalizando sus protestas y dar un debate de la unión que tienen todas las manifestaciones a nivel nacional, que tienen un denominador común: descontento masivo a este inhumano sistema de mercado que ya mató todos los derechos humanos.
Lamentablemente, con o sin volcán es difícil que estos medios que responden a intereses de derecha económica puedan dar estos debates, pero ahí está la gracia de las manifestaciones, pues se puede obligar a los medios a que pongan en su palestra estos temas, a la fuerza.

Por ahora nos queda esperar que el volcán se calme, que los chaiteninos puedan volver a la normalidad y que los medios dejen de lado este "casa bobos" que cada vez es menos sutil en su afán de tapar las verdades.

Por José Morgado

domingo, 4 de mayo de 2008

Edición nº 6 (estamos en alza de ediciones)


Las alzas nos alzan

Lo quieran o no, el descontento social se percibe en el aire, la pasividad que practicamos se está viendo interrumpida de forma innegable porque cometen un error fatal: Atentan contra nuestros bolsillos y ni el milagroso bono de 20 lucas nos salva.

Las alzas son pan de cada día (el pan también está en alza), y los créditos ya no disfrazan tan efectivamente los altos precios, porque se manifiestan en productos tan frecuentes como el limón, el aceite y el arroz, pero para los numerólogos del “piensa positivo” todo es distinto, pues siempre pronostican un esplendoroso futuro económico, con un cobre que deja excedentes multimillonarios. Mientras tanto se entrega un subsidio para los combustibles, pero no para la alimentación, y nosotros seguimos esperando el maravilloso futuro. Después de todo, no hace falta tener un doctorado en desarrollo financiero ni ser un Velasco para darnos cuenta que estas versiones no concuerdan con lo que vivimos a diario.

El descontento se nota, 15 mil personas marcharon el 22 de abril en Santiago en repudio a la prohibición de píldora del día después, los subcontratistas se movilizan ante el incumplimiento de la negociación del año pasado, funcionarios médicos reclaman por las malas condiciones laborales, los estudiantes rechazan la Ley General de Enseñanza o La Gran Estafa como muchos la llaman, porque no toleran que un derecho tan fundamental como la educación sea un negocio más.

Pero parece que a la televisión no le importa mucho, porque todos analizaron con indiferencia las 25 mil personas que se reunieron para conmemorar otro día del trabajador, todo se reduce a cifras de detenidos y aislados focos de violencia que se presentan entre manifestantes y carabineros, y lo más probable es que la naturaleza votó por la concertación, porque justo en este momento el volcán Chaitén aparece con su fumarola y nos tiene media hora pegados en los noticiarios.

“Divide y reinarás” decía Nicolás Maquiavelo, y cuanta razón tenía. Las palabras de este maquiavélico pensador político son muy acertadas para darnos cuenta que todas estas movilizaciones tienen un tópico común, la crisis de un país que no se está conformando con el chorreo, quiere hacer valer sus derechos, y de alguna forma está rompiendo el mito del chileno pasivo, que no se moviliza, por eso es preciso entender la solidaridad en las luchas y también arriesgarse a utilizar formatos de movilización distintos, más llamativos que no estén tan desgastadas como la mayoría de los que vemos.

Es por eso que para esta edición (y ojalá se mantenga en el tiempo) nos dejamos crecer los bigotes y las panzas para decir que el mito del chileno pasivo es FALSO.


Por Herman Villagrán Valero