Verdaderos actores políticos

Tal como en el teatro, en la política pase lo que pase, suceda lo que suceda, el show debe continuar. Las ciudades pueden estar llenas de hoyos, el transantiago puede estar aun sin soluciones concretas, el plan auge puede seguir con errores y los femicidios pueden estar a la orden del día, pero nuestros profesionales líderes políticos obvian todo eso en pos de un espectáculo digno de una de las mejores obras dramáticas de Moliere.

Justo cuando comenzaba a olvidar el show de la interpelación a Belisario Velasco, comienza la nueva obra teatral denominada “Soy Bacheletista-Aliancista”. La obra, protagonizada por los nuevos James Dean y Marlon Brando de la farandulilla política (Joaquín Lavín y Pablo Corteira), tiene como trama principal la conquista del corazón de una coqueta mujer, interpretada por Michel Bachelet. Los pretendientes, antiguos amantes de la tortura y los robos hacia amigos de Michel, intentan seducirla a toda costa, sin embargo, lo que la coqueta y buenona actriz no sabe es que lo que realmente buscan estos galanes de la pantalla grande es ganar gran parte de su fortuna y de los terrenos heredados por su familia, terrenos ubicados en la parcela “La Moneda”. Para llevar a cabo esta misión, los protagonistas utilizaran sus más astutas hazañas para hacer creer a Michel que ellos han cambiado, que no son los mismos de antes, de hecho llegarán a negar a su pasado y su familia ubicada en la provincia llamada “Eterna Oposición”, negación que obviamente fue antes conversada con los miembros de la familia Alianza. No obstante, los intereses de los protagonistas no se detenían allí, ya que al saber que Michele sólo tendrá poder hasta el 2009, los galanes quieren asegurarse de que el sensei de Michel, interpretado por Ricardo Lagos, no llegue a apropiarse de la parcela “La Moneda” en el futuro, por lo cual desplegarán un operativo en búsqueda de inflar la imagen de la tierna Michel y desinflar la del nuevo candidato que probablemente heredará las tierras ya mencionadas.

El desenlace, de final abierto, es totalmente inesperado, Michel logra notar que los galanes la están engañando y se retira indignada del nicho de amor que compartían promiscuamente los tres, huída que la hace caer en los brazos de Ricardo para poder crear una venganza. Ricardo y Michel van donde su familia, la Concertación, para contar lo sucedido, sin embargo, para sorpresa de los engañados, la familia Concertación estaba cenando con la familia Alianza y estaban todos muy felices compartiendo unas bolsas con signo $ y unos sobres que decían Diputado, Senador y Ministro, todos repartidos equitativamente entre los amigos de la mesa.

Como señalé al comienzo, una obra digna de Moliere, sin embargo, son los políticos a quienes nos referimos y lamentablemente esta interesante y melodramática historia es un mal chiste (realista) de la política actual.

Quizás ya no debería sorprenderme, pero lamentablemente aun me choquean estos políticos que son capaces de ser Bacheletistas-Alianzistas, o Decés hablando de su tendencia izquierdista (siendo que es el partido menos revolucionario de todos y el que más se ha dado vuelta la chaqueta) y por último a una hija del hombre más popular del infierno (según la confiable encuesta Adimark), Lucía Pinochet, la cual sin siquiera fruncir el seño habla de su candidatura a diputada. Estas cosas, los circos, las obras de teatro políticas y cosas absurdas como lo de la Decé y la hija de Pinochet en la política, sólo pueden pasar en un país con ideasingracia de alzheimer colectiva, que ve de todo en la tele y nada se lo cuestiona. Ni siquiera generan debate las presentaciones de estos verdaderos malos actores, o mejor dicho payasos políticos (sin ofender a los payasos o a los actores por supuesto).

Por José Morgado